Desde hace ya bastante rato había estado cocinando la idea de publicar mis escritos. No me considero un artista prolífico, por lo que aun poseo un solo cuadernito que en general capta la esencia de mi dolida y tímida inspiración. Surge entonces el dilema de exhibir o no exhibirte...
En la actualidad, gracias a la internet, puedes mostrar tus trabajos sin que cristiano alguno (salvo uno mismo, claro está) pueda amilanar las insípidas esperanzas del pintor potencial que desesperadamente busca, muchas veces de forma infructuosa, asesinar a su musa.
Publiquemos entonces. Go online!!
Comienzo entonces expresándoles mi infinita alegría por su visita a este blog; mi casa. No saben la molestia que se han tomado pasando por aquí a ver qué carrizo me dió por escribir. Por su favor, muchas gracias.
Me gustaría entonces aprovechar este diminuto espacio, no sólo para relatar las historias que encuentro clavadas en mi foco....vulva.....ahh..ya!, bulbo raquídeo, sino también para comentar sobre los aspectos que dictaminan mi no tan absurda existencia.
Les conmino entonces a que lean la panacea de la literatura absurda (1). Historias increíbles, estupideces y mariqueras (2), llenas de mucha fantasía e insano humor.
Luis Cataño
Referencias
(1) http://www.aporrea.org/
(2) http://www.arriba-la-habilitante.com/
En la actualidad, gracias a la internet, puedes mostrar tus trabajos sin que cristiano alguno (salvo uno mismo, claro está) pueda amilanar las insípidas esperanzas del pintor potencial que desesperadamente busca, muchas veces de forma infructuosa, asesinar a su musa.
Publiquemos entonces. Go online!!
Comienzo entonces expresándoles mi infinita alegría por su visita a este blog; mi casa. No saben la molestia que se han tomado pasando por aquí a ver qué carrizo me dió por escribir. Por su favor, muchas gracias.
Me gustaría entonces aprovechar este diminuto espacio, no sólo para relatar las historias que encuentro clavadas en mi foco....vulva.....ahh..ya!, bulbo raquídeo, sino también para comentar sobre los aspectos que dictaminan mi no tan absurda existencia.
Les conmino entonces a que lean la panacea de la literatura absurda (1). Historias increíbles, estupideces y mariqueras (2), llenas de mucha fantasía e insano humor.
Luis Cataño
Referencias
(1) http://www.aporrea.org/
(2) http://www.arriba-la-habilitante.com/
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